Los Ratones Paranoicos vuelven a Montevideo con pretextos discográficos: presentar su disco homónimo. Con formación actualizada al pasado -volvió el bajista Pablo Memi- se estrenan en la Trastienda montevideana.
Una verdadera sonora argento-stone. Así se puede definir a esta banda que con seguridad cuando empezó en 1984 no imaginaba que lo que se conocía como "rock argentino" iba a mutar hacia este nuevo presente.
¿Cuál es ese presente? Los Ratones Paranoicos, una banda con niveles de popularidad estables y que arrastran gente a festivales, bien pueden ser considerados padres de una movida musical que se disparó allá por 1994, cuando los Rolling Stones comenzaron a ver con buenos ojos las visitas a Buenos Aires.
Hace dos años, Quintiero (también conocido como "Von") decidió salir del puesto que ocupó durante diez años, cuando Memi dejó el puesto. En el momento de la salida de Quintiero se habló de crisis, pero Juanse avisó: "todavía no me cansé de Ratones". Aún así, se cortó por segunda vez por el camino solista y editó Energía divina, también hace dos años.
La metáfora futbolera se repite minutos después: "Yo creo que los Ratones son con el rock and roll como las imágenes que yo tengo del fútbol. Yo pienso en fútbol y se me viene la cara del Diego, de Caniggia. Y eso es la marca de un tiempo y no la va a cambiar nadie ¿no? Creo que lo mejor de todo esto es la satisfacción de enterarte que por ahí un pibe que nunca te escuchó encuentra un disco viejo de tu banda en el anaquel del padre. Entonces lo pone y se da cuenta de que lo que suena es mucho más original que el refrito armado para consumo masivo al que por ahí te someten y te atosigan las radios".